Meta, la compañía de Mark Zuckerberg, anunció una nueva función, Personal Boundary (en español, «Límite personal»), que comenzó a implementarse el 4 de febrero y evita que los avatares se acerquen a una distancia determinada, lo que crea más espacio personal para las personas y facilita evitar el acoso sexual.
«Esta función evita que otros invadan el espacio personal de tu avatar. Si alguien intenta ingresar a tu ‘límite personal’, el sistema detendrá su movimiento hacia adelante cuando alcancen el límite», señaló Meta.
La empresa sostuvo que era un «poderoso ejemplo de cómo la realidad virtual tiene el potencial de ayudar a las personas a interactuar cómodamente», pero reconoció que hay más trabajo por hacer.
El caso Olson
«Tuve algunos momentos en los que fue incómodo para mí como mujer», admitió Parmy Olson, la columnista de tecnología de Bloomberg, sobre sus interacciones en realidad virtual.
«Estaba visitando Horizon Worlds de Meta, su plataforma de realidad virtual donde cualquier persona mayor de 18 años puede crear un avatar y pasar el rato», agregó.
Y continuó: «Pude ver de inmediato que era la única mujer, el único avatar femenino. Y estos hombres me rodearon y me observaron en silencio».
«Luego comenzaron a tomarme fotos y a dármelas, y tuve un momento en que un tipo se acercó a mí y me dijo algo».
«En la realidad virtual, si alguien está cerca de ti, entonces la voz suena como si alguien literalmente te estuviera hablando al oído. Y me tomó por sorpresa», explicó.
Olson experimentó una incomodidad similar en la plataforma de realidad virtual social de Microsoft.
«Estaba hablando con otra mujer y, a los pocos minutos de haber charlado, un chico se acercó y comenzó a hablarnos y a seguirnos diciendo cosas inapropiadas, y tuvimos que bloquearlo», relató.
«Desde entonces he oído hablar de otras mujeres que han tenido experiencias similares», sentenció.
Olson, por último, afirmó que aunque la situación «no lo describiría como acoso», si fue “espeluznante e incómodo».
La voz de la empresa
El director de tecnología de Meta, Andrew Bosworth, sostuvo que puede haber un equilibrio entre la privacidad y la seguridad en los espacios virtuales. Pero moderar el contenido en el naciente metaverso será «todo un desafío».
«Podría parecer mucho más real para mí si estuvieras abusando de mí, porque se siente mucho más como un espacio físico», admitió en una entrevista a fines del año pasado.
Bosworth aseguró que «las personas en roles virtuales tendrían mucho más poder sobre sus entornos».
«Si tuviera que silenciarte, dejarías de existir para mí y tu capacidad para hacerme daño se anularía de inmediato», afirmó.
Bosworth cuestionó si la gente querría el tipo de moderación que existe en plataformas como Facebook cuando tienen chats en realidad virtual.
«¿Realmente quieres que el sistema o una persona te esté escuchando? Probablemente no», se preguntó y respondió al mismo tiempo.
«Así que creo que tenemos una compensación de privacidad: si deseas tener un alto grado de contenido, seguridad o lo que llamaríamos integridad, bueno, eso se compensa con la privacidad», remarcó.
Las reglas en el Metaverso serán muy diferentes a las que rigen los espacios en internet actuales.
Facebook invirtió US$10.000 millones en sus planes de metaverso y parte de eso deberá seguir construyendo nuevas formas de moderar contenido.
«Hemos aprendido mucho en los últimos 15 años de discurso en internet. Así que vamos a traer todo ese conocimiento para hacer lo mejor que podamos para construir estas cosas desde cero, para darle a la gente una mucho control sobre su propia experiencia», concluyó Bosworth.